lunes, 15 de julio de 2013

LA QUÍMICA EN LA VIDA COTIDIANA

Actividad para los alumnos de grado 5°:
Realizar la lectura del siguiente artículo y escribir 10 ideas fundamentales sobre su contenido.

LA QUÍMICA EN LA VIDA COTIDIANA

La industria química, fabricando productos de limpieza, productos para el aseo personal y el cuidado de los niños, elaborando materiales para la construcción de aparatos electrodomésticos y permitiendo  la óptima conservación de los alimentos, ha contribuido de manera decisiva para facilitar las tareas del hogar. En las economías primitivas, se dedicaban 16 horas al día a las necesidades básicas  y en el mundo moderno, tan sólo dos.

Empezando por la cocina, en ella encontramos utensilios recubiertos de plástico a los que no se adhieren los alimentos, placas cerámicas, films transparentes para envolver, bandejas antideslizantes, latas de conserva protegidas interiormente y alimentos preparados contra el efecto de hongos y bacterias.
Si pasamos a la sala,  allí se encuentran la televisión, el vídeo, un reproductor de sonido, discos compactos,  cintas magnéticas…todos ellos constituidos por materiales químicos.
En todas las habitaciones hay elementos derivados de productos químicos: alfombras, tapicerías, telas, relleno de almohadas, jabón, perfumes, pintura, adhesivos, juguetes, detergentes, cosméticos… Mire a su alrededor y busque algún objeto para cuya fabricación no haya jugado la química un papel importante.

La química nos viste para cada ocasión: ir al campo, bañarnos en el mar, practicar algún deporte, escalar una montaña o ir a una fiesta. Las fibras naturales son difíciles de modificar y se producen de una manera relativamente ineficiente. Las fibras sintéticas se pueden alterar para que respondan a necesidades específicas y se producen en gran cantidad fácilmente. Además, las fibras naturales no son tan naturales como parecen. ¿Ha visto usted la lana tal como la producen las ovejas, o cómo queda el algodón que, al no tener protección química, es atacado por una plaga de escarabajos?

La química también nos ayuda a obtener mayores rendimientos en el manejo de los alimentos, permitiendo su conservación y su transporte en cámaras frigoríficas, preservando sus propiedades y alargando su vida,  en los grandes almacenes, las tiendas y, por último, en los refrigeradores y neveras domésticas. Todos estos aparatos funcionan con gases criogénicos "limpios" y están aislados térmicamente con espumas sintéticas.

Por último debe citarse la enorme importancia que tienen los envases, fabricados con productos químicos, para la conservación de los alimentos. Estos recipientes de aspecto inocente son admirables piezas tecnológicas. Deben ser ligeros y resistentes, y los hay compuestos por numerosas capas de film diferentes, cada una con funciones y propiedades específicas. La permeabilidad selectiva a los gases como el anhídrido carbónico y el oxígeno, así como a la humedad y a la luz, de los materiales basados en polímeros ha servido para desarrollar embalajes con una atmósfera interior modificada. Si las propiedades de barrera se seleccionan adecuadamente, un material de embalaje puede mantener una atmósfera modificada dentro del recipiente, alargando la llamada "vida en el estante" del producto.

Los productos deshidratados deben ser protegidos de la humedad durante su almacenamiento. Los alimentos grasos deben ser protegidos del aire para reducir su oxidación. La fruta fresca, por el contrario, debe respirar, y es necesario que en recipiente circulen los gases. Para todas estas necesidades,  la química tiene los materiales necesarios.

QUÍMICA Y LA SALUD
Medicinas, vacunas y productos sanitarios
La química tiene un papel esencial, mediante los productos farmacéuticos, en la lucha contra las enfermedades y en la mejora de la calidad de vida hasta edades muy avanzadas. A esta revolución en la mejora de la salud humana han contribuido, entre otros, dos grupos de medicamentos: los antibióticos, que han revolucionado la cura de las infecciones causadas por microorganismos, y las vacunas, que han estado en primera línea de defensa contra las epidemias, enfermedades contagiosas y patologías previsibles.

Las medicinas y las vacunas han erradicado prácticamente grandes patologías como la poliomielitis, la viruela o la tuberculosis. Actualmente, la industria química fabrica el cloro que potabiliza el 98% del agua que consumen los seres humanos.
Casi siempre, las enfermedades vienen acompañadas de muy diferentes clases de sufrimiento, dolores e incapacidades. Las medicinas alivian el dolor y mejoran la calidad de vida.

EL HOMBRE REPARADO
Sin los productos hechos por las compañías químicas, cientos de miles de personas estarían hoy incapacitadas. Los repuestos para las articulaciones y los miembros ultraligeros están fabricados con nuevos materiales con propiedades especiales tales como la bio-compatibilidad. Las válvulas cardiacas, los marcapasos, los riñones artificiales y el hilo de coser de los quirófanos están hechos de productos químicos de alta tecnología y muchos aparatos fabricados con ellos funcionan gracias a la química.
Los sordos pueden oír por medio de diminutos aparatos de plástico provistos de pilas, los ciegos pueden ver con córneas artificiales de materiales sintéticos y los cojos pueden andar gracias a prótesis de materiales químicos biocompatibles.
Las reparaciones,  las operaciones quirúrgicas  sólo pueden realizarse, mediante el concurso de incontables productos químicos como antisépticos, desinfectantes, gases industriales, finos tubos de plástico y bolsas de sangre.
Para prevenir los accidentes o mitigar los daños, el hombre recurre también a lo que podríamos llamar prótesis externas, como los cascos, guantes de protección, calzado de seguridad, gafas, chalecos antibalas, e incluso trajes espaciales, fabricados todos ellos con materiales químicos ligeros y de alta calidad.

LA QUÍMICA Y LA CULTURA                                         
La fabricación del papel, soporte tradicional de la cultura escrita  sólo es posible gracias a la química. Los libros, que requieren papel, tintas y adhesivos, deben también a la química su existencia.
Así, los productos químicos generan la fabricación de papeles sintéticos, fotografías, cine, las cintas magnéticas de vídeo o audio, los disquetes, los discos compactos y los CD-Rom y DVD, que permiten el almacenamiento de textos muy extensos, fotografías, sonido y vídeo.

La pintura, desde los orígenes del hombre, requiere colorantes variados, estables y resistentes al medio ambiente, y para conservar el enorme patrimonio cultural de la humanidad, sometido a la acción del tiempo, los agentes meteorológicos y la acción a veces violenta del hombre, precisa de productos químicos bajo la forma de pegamentos, moldeantes, pigmentos, materiales protectores y adhesivos (siliconas, plásticos, cauchos y lubricantes) que sirven para reparar, reconstruir y proteger obras de arte.


LA QUÍMICA Y EL DEPORTE
Si los deportistas están batiendo constantemente sus propias marcas, es debido en gran parte a la evolución de los equipos, basados en nuevos materiales químicos, más flexibles, más ligeros y más fuertes que permiten llegar más lejos, más alto y con mayor velocidad. Tanto si el hombre desea alcanzar los picos más altos, la profundidad de los mares o simplemente divertirse el fin de semana, debe aproximarse a la química, pues necesita cuerdas ligeras y resistentes, trajes protectores, botas especiales, cremas, oxígeno, gafas o raquetas y palos de golf ligeros, fuertes y elásticos. Posiblemente no hay  otras moléculas que hayan recibido más patadas que las de los polímeros y elastómeros empleados en la fabricación de pelotas y balones.

LA QUÍMICA Y EL TRANSPORTE
El automóvil es una máquina que no sería posible, sin el auxilio de sofisticados productos químicos. Los combustibles han podido ser utilizados durante muchos años con mayor rendimiento y por lo tanto con una mayor economía, mezclados con derivados químicos del plomo, hoy sustituidos por otros productos químicos y, si faltase el petróleo, la química podría proporcionar,  metanol de origen vegetal.
 El uso de los plásticos, más ligeros que los metales, se traduce en más kilómetros por litro de combustible. Los plásticos son la mejor manera de dar forma aerodinámica a los vehículos, éstos se pueden mantener fuera del garaje debido a la pintura que los embellece y protege. Los lubricantes  que son verdaderos productos de alta tecnología, resistentes al calor, al frío y al tremendo batido al que están sometidos  reducen el desgaste de las piezas móviles.
La seguridad pasiva del automóvil depende también en gran parte de los productos químicos, como ocurre con las lunas anti choque, las resistentes fibras de los cinturones de seguridad y los sistemas de inflado instantáneo de los "airbags".
LA QUÍMICA Y EL MEDIO AMBIENTE
La tecnología de los productos químicos está jugando un papel esencial en la lucha contra la polución industrial y ambiental. La investigación en ciencias de la biología y de la química ha revelado que los procesos industriales en química y petroquímica desempeñan un papel fundamental en la resolución de problemas medioambientales, como son el cambio climático, las basuras o la eficiencia energética por nombrar sólo unos cuantos. Sin los químicos quizás nunca hubiéramos llegado a comprender esta problemática.
Paralelamente, los químicos y petroquímicos están investigando nuevos métodos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente, manteniendo a la vez el desarrollo de la economía y la industria actual. Por ejemplo:
Biocombustibles: el carburante derivado de la biomasa. Una gran variedad de productos de biomasa, como el azúcar de caña, las semillas de colza, el maíz, la paja, la madera y los residuos y desechos animales y agrícolas pueden transformarse en carburantes para el transporte;
Bioplásticos: la producción de materiales plásticos biodegradables a partir de recursos naturales como las plantas.
Aislamiento: la mejora de los materiales aislantes para conseguir viviendas y edificios con más eficiencia energética.
Compuestos plásticos de bajo peso, que contribuyen a reducir el consumo de combustibles en los coches y los aviones.
Pilas de combustible: cuando se utilizan para hacer funcionar los coches y las motos, las pilas de combustible de hidrógeno producen vapor de agua en lugar de gases de escape.
Nuevas tecnologías de alumbrado, como los diodos de emisión de luz orgánica (OLEDS), que producen más luz con menos electricidad.

Turbinas de viento y paneles solares, que están construidas con materiales producidos por la industria química. Las aspas de metal de las turbinas de viento han sido sustituidas por aspas de poliéster reforzado con fibra de vidrio para resistir las peores inclemencias meteorológicas. 





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